29/10/2024
La Tarta Magica y el Gato Negro
Cuento ganador de la VI Edicion del Certamen de cuentos infantiles sobre el camino de Santiago.
Angelo Petrarca autor del cuento ganador, dono el premio y la Asociacion de Amigos del Camino de Santiago, como organizadora del Certamen, decidio que ADEMA, fuera la entidad selecionada.
TITULO: La tarta magica y el gato negro
El sol casi habia llegado al ocaso cuando Pepe, con gran energia y gigantescos saltos de canguro, toco la campanilla en la entrada de la cocina para avisar a los peregrinos de que la cena estaba lista. El albergue de Granion estaba lleno hasta los topes. Los cuarenta y ocho peregrinos, perezosamente, comenzaron a llenar la sala, acompaniados en su andar cansado por el suave tintineo de la campana y la sonrisa amorosa del hospitalero madrilenio, Pepe; Un joven de caracter apacible y siempre dispuesto a afrontar el cansancio. Era su primera experiencia como hospitalero. Eva le ayudaba en su nueva tarea. Era una chica hungara, muy paciente y trabajadora. Completaba el equipo de hospitaleros un italiano, muy amable y habil en la preparacion de apetitosos platos. Angel habia sido convocado para apoyar a los otros dos voluntarios, debido a la gran cantidad de peregrinos presentes en ese momento en el albergue de la pequenia ciudad de La Rioja. Aquella noche el aire era dulce y lleno de ilusion. Angel habÃa preparado, con las artes de un mago de feria, una cena para los cuarenta y ocho peregrinos a los que se habia unido don Jose, el parroco de la parroquia de San Juan Bautista, una persona de inmensa bondad y gran maestro de vida. La sala estaba llena en todos sus espacios.
¿Que comemos? pregunto timidamente Eva al cocinero italiano. Pasta con berenjena y queso, ensalada y sandia respondio Angel, orgulloso. ¡Que maravilla! exclamo Eva. La alegre mezcla de diferentes idiomas y el dulce tintineo de las coloridas jarras crearon un ambiente familiar y alegre entre los comensales. En medio del tierno bullicio Eva se acerco a Angel y, senialando discretamente a un peregrino sentado en el rincon mas alejado de la mesa, le susurro en voz baja, ¿Ves a ese peregrino sentado al fondo de la habitacion? ¡Si! contesto Angel. Su nombre es Paul continuo. Es un pintor parisino. Hoy es su cumpleanios. Me dijo que se ha embarcado en el Camino de Santiago para encontrar un poco de serenidad. Tambien me conto que unos dias antes, un majestuoso incendio habia atrasado el cobertizo de Montmartre en el que habia dejado todos sus cuadros y que, por este motivo, decidio cambiar de vida y empezar de nuevo. Algo inesperado surgio en Angel, quien, superado el disgusto que le habia causado la historia de Eva, respondio con impetu, aparentemente sin motivo, ¡Es un sacrilegio! murmuro, levantando los ojos al cielo. Un cumpleanios sin la debida celebracion es inaceptable. De repente, como mordido por una tarantula, empezo a moverse rapidamente entre la cocina y la despensa. En muy poco tiempo, preparo un bizcocho alto y suave con el inconfundible aroma a vainilla y chocolate. Una mezcla de deliciosas combinaciones que el cocinero italiano habia transformado en un postre precioso, capaz de hacer la boca agua a cualquiera. Pero no creo que sea suficiente para todos, comento Eva con una ligera preocupacion. No te preocupes, respondio Angel con confianza. Colocalo sobre la mesa y veras que satisfara todas las necesidades. La chica se encogio de hombros, pero persuadida por la convincente confianza del cocinero, coloco el pastel frente al cumpleaniero. El jubilo colectivo de los incredulos comensales culmino en un tierno canto de buenos deseos. Paul, movido a soplar la vela colocada en el centro de la tarta, y con lagrimas corriendo por su rostro, agradecio a todos los presentes, expresando una inmensa gratitud y una alegria por la feliz celebracion, que non habria imaginado ni en sus suenios mas bellos. Estaba tan feliz que temio que su corazon explotara y, llevado por una fuerte emocion, comenzo a cortar el pastel. Pero la actitud decididamente torpe del pintor, ciertamente habil con los colores, lienzos y pinceles, pero poco inclinado al uso de utensilios de cocina y al peligro real de cortarse los dedos, atrajo la atencion de una peregrina que estaba sentada no muy lejos. Ana, una chica de Madrid, hermosa como una diosa, dulce y refinada en sus maneras, una estrella, sin duda la mas bella. Tenia el don de renovar muebles y objetos antiguos, pero sobre todo la capacidad de sanar el corazon y el espiritu de cualquiera que la conociera. Habia quedado cautivada por la dulzura del frances y, con extrema naturalidad, dirigio una mirada llena de ternura al pintor, quien, como atravesado por una flecha milagrosa, empezo, con la maestria de un verdadero samurai, a repartir el pastel, que inmediatamente fue aprobado por los golosos comensales. Pero cuanto mas cortaba, mas prosperaba el pastel. Todos lograron comer al menos tres piezas y sobro tanto que, al dia siguiente, todos pudieron comer mas. Un postre con poderes extraordinarios, que en cuanto se ingiere daba fuerza y vigor y colmaba todo tipo de deseos, de todos, en el momento imaginado. Un increible torbellino de prodigios inimaginables genero una exaltacion colectiva. Don Jose, con los ojos fuera de sus orbitas, repitio tres veces la senial de la cruz. Para la mayoria, las enfermedades fÃsicas desaparecieron repentinamente. Dolores, peregrina de Logronio, perdio los kilos de mas que le impedian caminar sin sufrir y, de alegria, empezo a girar como una bailarina de cancan. Jaime, chico de Toledo, recibio la esperada llamada telefonica de su querida Sonia. Esto lo puso tan euforico que empezo a saltar como una rana, tanto que alcanzo, de un solo salto, el dormitorio en el piso de arriba. Se hundio en un suenio reparador y, roncando como solo un dinosaurio puede hacerlo, fantaseo con un futuro feliz con su amada pareja. Felipe, portugues nacido en la ciudad de Sintra, empezo a crecer de forma constante y poderosa. Fuerte y valeroso empezo a correr cual caballo arabe, corcel de pura sangre. Completo su Camino de Santiago en cuarenta y ocho horas ininterumpidas. Dos dias y dos noches sin tregua alguna, galopando sin parar. Al tercer bocado, Mario, un joven peregrino italiano, noto que unos musculos inesperados brotaron en todo su cuerpo, como flores silvestres en primavera. Regio como un soberano y fuerte como un toro andaluz, recorrio el camino en ambas direcciones, seis veces seguidas, cargando sobre sus hombros, ademas de su pesada mochila, la de cada peregrino que encontraba, y a veces llevando, cuando estaban demasiado cansados o magullados, a los mismos peregrinos. Paul y Ana, despues de esa noche, decidieron continuar el viaje juntos. La magia del camino los unio indisolublemente y, cuando llegaron a la ciudad del apostol, en un abrazo consolador, imaginaron un futuro juntos. Desde entonces viven felices en Santiago. Con ellos vive un gato negro, que ambos habian recogido en la plaza del Obradoiro al final del camino, y al que habÃan bautizado como Angel en memoria del autor de la tarta que habia propiciado su feliz encuentro. Se dice que, en las callejuelas del casco historico de la ciudad sagrada, en varias ocasiones, se ha visto a un gato negro compartiendo la cena con gatos callejeros. Tambien se dice que, con motivo de las fiestas de cumpleanios, este gato suele preparar una tarta para cada uno de sus companieros callejeros. Una tarta milagrosa con una receta secreta que nadie conoce. Pero, la unica certeza conocida por todos es que lo que la hace tan especial es el amor incondicional que el gato Angel pone en la elaboracion de estas encantadoras delicias que, cada vez, transforman increiblemente a sus amigos errantes en principes y reinas de un mundo encantado que se alimenta sin cesar de una magia particular. La magia del camino. Buen camino!